Todo comienza con un paso de fe… y con el querer de tu corazón

Ningún camino de transformación comienza en la cima. Comienza justo donde estás: en medio del dolor, de la duda o del deseo profundo de un cambio. Si has sentido que algo dentro de ti clama por más —más paz, más propósito, más verdad—, entonces este es tu momento. Empieza tu camino no con tus fuerzas, sino con una decisión: abrir tu corazón a Dios. Él no te exige perfección, solo disposición. Y desde ahí, todo puede cambiar. Él puede sanar tu pasado, darte fuerza en el presente y propósito para el futuro.

Invitación espiritual

Ora. Reflexiona. Respira. Este puede ser el primer día del resto de tu vida.

Primeros pasos

Aquí dejamos una brújula para esos primeros pasos...

Suelta el miedo

El miedo te paraliza. El amor de Dios te libera. Si vas a tropezar, que sea por intentarlo, no por quedarte quieto.

Descubre tu para qué...

Tu vida no es un accidente. Hay algo único que solo tú puedes aportar al mundo. Encuéntralo. Agárralo fuerte

Activa tu fé

No necesitas tener todo claro. Solo dar el siguiente paso. Dios se encarga del resto.

No te asustes por las tormentas

Las pruebas no son el final. Son parte del proceso. Y si Dios está en tu barca, jamás te vas a hundir.

Todo lo que viviste, lo bueno y lo difícil, tiene un propósito. En Sus manos, tus cicatrices se vuelven semillas.

Deja que Dios transforme tu historia
Dile no a la duda

La duda apaga sueños antes de que nazcan. Tú no naciste para vivir con duda. Naciste para avanzar con fe.